Las personas y la cultura actual transitan entre EL MILITARISMO Y LA MILITANCIA.
En la última década hemos vivido un ciclo de evolución en la actitud del ciudadano-consumidor. El proceso ha conducido desde el desinterés sobre los problemas sociales imperante en la época de crecimiento económico, a la paralización con el comienzo de la crisis, la indignación y de ahí al “activismo” del ciudadano actor que ejerce su potencial para influir en la marcha de las cosas.
La conciencia en red y el papel del internet 3.0 se revelan fundamentales para entender que este cambio de actitud sea posible. Las personas y la cultura actual transitan entre el militarismo y la militancia. Hoy día exigimos públicamente a las empresas responsabilidad sobre sus actos. Esto responde a una evolución del ciudadano que se da cuenta que tiene que actuar para cambiar su mundo.
EN LA EMPRESA, LA ACTITUD ACTIVA DE LOS CONSUMIDORES SE TRANSFORMA EN LA NECESIDAD DE COMPROMETERSE TANTO CON SU ENTORNO COMO CON LAS PERSONAS QUE LES RODEAN O INCLUSO CONJUNTAMENTE CON LOS GOBIERNOS A CUALQUIER ESCALA
MANIFESTACIONES EN EL CINE, LA TELEVISIÓN, LA MÚSICA Y MODA
Encontramos manifestaciones de esta macrotendencia en EL CINE Y LA TELEVISIÓN reflejado en el éxito de series como House of Cards o The Interview. En LA MÚSICAcon plataformas como Music for Good y las acciones de músicos y grupos como No doubt en el Global Citizen 2015 Earth Day el 18 de abril o Snoop Dog, liderando una campaña en contra de la violencia y la industria de las armas de fuego #ImUnloading.
También en LA MODA, con el boom que tuvo durante un tiempo el corte de pelo a lo Kim Jong Un, o la estética militar y de uniforme de diseñadores y firmas como Isabel Marant, Balmain, Chanel, Jason Wu o Sonia Rykiel. Incluso en la puesta en escena de desfiles como el de Karl Lagerfeld para Chanel para la primavera-verano de 2015 con su desfile-manifestación.
La creatividad aplicada a reinventar el uso de productos cotidianos permitirá a las marcas sorprender y encontrar fans agradecidos por hacer la vida más fácil.
Son diseños con raíces, con identidad, que hablan de un origen y una experiencia intensa. Son un código secreto, como las escrituras de un jeroglífico, interpretable pero coherente y continuo.
Las marcas se ven obligadas a hablar de lo que están dispuestas a hacer y hacen por el mundo, de su razón de ser más allá de la visión o la misión. Hablamos de su compromiso como actoras importantes dentro de una comunidad global de la que se alimentan y a la que deben alimentar de algún modo u otro.